El pasado 26
de Diciembre el Ministerio de Industria publicó la congelación de la parte
regulada del recibo de luz, coloquialmente denominada como los peajes.
Lo que en principio era
una buena noticia, sin embargo, tiene truco.
El servicio
de interrumpibilidad, que formaba parte de los peajes, ahora se considerará
como una parte del precio de la energía. Y este concepto ha subido.
De esta
manera lo que hubiera sido una subida de la parte regulada se traslada directamente a las
compañías eléctricas, que lo repercutirán en el recibo de luz de los
consumidores.
¿Qué es el
servicio de interrumpibilidad?
Para explicarlo de un modo sencillo, supongamos
que en un momento dado aumenta de forma repentina el consumo de energía
eléctrica (por ejemplo, una ola de calor durante la que todos los consumidores encienden los aparatos de aire acondicionado), o bien que la producción de electricidad en alguna de las centrales
disminuye por alguna circunstancia no prevista (como podría ser una avería en alguna de las centrales).
Con el fin
de mantener el servicio al mayor número de consumidores posible, las grandes
industrias, que son quienes más consumen, se ofrecen a disminuir su consumo de
luz para evitar cortes al resto de abonados.
Como
compensación estas grandes industrias recibirán un pago por las eventuales pérdidas
que implican disminuir o detener su producción.
Este
servicio de interrumpibilidad está regulado por Red Eléctrica de España (REE) y
funciona como una subasta.
El importe
de ésta subida en el recibo de luz estará en torno al 2,6% para los
consumidores con potencia contratada de más de 15 kW, y en torno al 1,5% para consumidores con
potencia entre 10 y 15 kW de potencia contratada.
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Imagen cortesía de pixabay.com.
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